Tras una larguísima sesión, el Congreso argentino aprobó con fuerza de ley el endeudamiento por $12. 500 millones con el fin de cancelar con ellos la deuda con los denominados fondos buitres, la cual data desde el default que sufrió el país en 2001.
Desde ese entonces, el país busca recuperarse del cese de pagos por unos $100.000 millones, negociando con los acreedores pagos inmediatos con altos descuentos. Todos aceptaron, excepto un último grupo que fue el que llevó el caso a los tribunales en Estados Unidos y revivió la disputa. Es este el momento en que Argentina toma una medida definitiva al respecto para dar fin al litigio.
El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, dijo en Radio Mitre que no se trata de asumir una deuda adicional, sino de un “cambio de acreedor”.
“Es un mensaje importante para el mundo. Nosotros honramos nuestras deudas, queremos volver a hacer parte del mundo cumpliendo los contratos, no vamos a hacer quita de capital, pero vamos a ser muy duros con los intereses”
El reto ahora es conseguir el monto que se va a cancelar a los fondos estadounidenses, por lo que el diario La Nación adelanta que el jefe de cartera efectuará una gira por Europa y Estados Unidos “junto con los bancos que colocarán los bonos, para captar los fondos necesarios para pagarles a los holdouts”.
Todo esto se decidirá a mediados de abril, plazo máximo que tiene el país para el pago. Allí, espera que se levanten las medidas cautelares que lo mantienen en default para hacer la cancelación, previo compromiso de hacerlo. De prevalecer la voluntad de los demandantes de que se mantenga la restricción, el pago no se haría. Todo depende de que se confirme la voluntad de pago.
Ardua votación
Fue una mayoría de 54 votos a favor frente a 16 en contra los que aprobaron la medida. En la votación quedó clara la división que comienza a notarse cada vez más entre miembros del kirchnerismo que buscan posiciones moderadas y conciliadoras y los que continúan cerrados a otras más radicales, ceñidas a lo que fueron los últimos días de gobierno ‘K’.
De los 54 votos a favor, detalla La Nación, la mayoría fue del del kirchnerista Frente Para la Victoria (FPV), con 26, seguido de 15 del oficialista Cambiemos, entre otros, mientras que todos los votos en contra fueron del FPV.
La votación se desarrolló por alrededor de medio día, durante el cual muchas veces la tensión se sentía en el aire, tal como lo relató la senadora Liliana Negre de Alonso a Clarín. Allí también señaló que pese a la reticencia de muchos, el mismo bloque kirchnerista terminó dividido pero apoyó en mayoría la iniciativa de pago, aunque no sin matices varios de algunos de sus integrantes que buscaban atenuar su decisión, señalando entre otras cosas que era “la primera vez que en 12 años que un bloque votaba dividido”.
Y así lo fue desde algunos de sus miembros más representativos como Miguel Ángel Pichetto, del ala conciliadora del FPV, quien dijo haber recuperado “la capacidad de decir lo que pienso”. Otros, como el congresista chaqueño Eduardo Aguilar, fueron moderados pese a votar en contra: “Yo voté en contra del proyecto pero respaldo la conducción de Miguel Pichetto y no me inscribo dentro de una corriente kirchnerista, sino dentro del justicialismo. Por eso tengo respeto por los compañeros que votaron a favor y entiendo su posicionamiento”, recoge el mismo tabloide.